1845. La Compañía Británica de las Indias Orientales, una empresa privada, comienza la conquista de la India; tras la revuelta de los cipayos en 1857 y su contención, la India pasa a ser propiedad del estado británico. En 1876 la reina Victoria es declarada Emperatriz de la India. Los británicos marcan el ritmo del nuevo imperialismo colonialista en un tiempo de desarrollo industrial como jamás se había visto. Todo un chollo disponer para ello de materias primas casi gratis, conseguidas gracias al expolio. Su coste se mide en vidas humanas, aunque ni eso importa en los balances. Así todo hasta la locura de la conferencia de Berlin en 1885, cuando África se reparte (literalmente) como si de un pastel se tratase. Los cortes rectos del cuchillo, segan tribus e historias milenarias. De aquellos vientos, estas tempestades. Y este lodazal. España se queda atrás, sí, pero tiene sus trocitos: Marruecos. Tras la victoria en Wad-Ras en 1860, se funden los cañones del enemigo para que el escultor Ponciano Ponzano y Gascon realice las esculturas definitivas de los leones que hoy en día tenemos ante el Congreso de los Diputados.
21 de febrero de 1848. Se publica por primera vez en Londres el Manifiesto Comunista. Nada que ver con los catequismos utópicos anteriores ni otros manuales de insurrección. Disputas futuras aparte, es un libro esencial para la clase obrera. Hay otros libros que también sacuden el mundo, por ejemplo El origen de las Especies, publicado en 1859. Parece que Dios no lo creó todo, se abre la veda de la duda y de las explicaciones científicas. Ah y parece que hay también una explicación de por qué unos son fuertes, ricos y exitosos y otros no lo son. Si no estás condenado por la religión, puedes estarlo por la Naturaleza. No te salvas.
13 de mayo de 1844. Se funda la Guardia Civil. Nada volverá a ser igual en el campo ni en los caminos, ni en las ciudades ni en el mundo represivo. El tiempo de los bandoleros va quedando atrás; el nuevo tiempo de los propietarios y terratenientes liberales va a comenzar. También el tiempo de las revueltas campesinas, de los absolutamente desposeídos con conciencia de que, con cambios políticos, se cambia la vida real de las personas, no basta con asaltar los graneros. Debido a las desamortizaciones, venta de tierras y el enémico problema de los latifundios, muchos jornaleros habrán de marchar a las ciudades, que crecen, se expanden y muchas derriban sus murallas. Los que no se mueven, de vez en cuando se revolverán ante el hambre. Las revueltas de Utrera y El Arahal (Sevilla, en 1857) como en Loja (Granada, 1861: Revolución del Pan y el Queso) son revueltas del hambre, sí, pero también políticas (anti Isabel II) y económicas. Los muertos y ajusticiados fueron centenares. El uso político y represivo del cuerpo armado creado en el 44 será constante. Desde entonces, en el horizonte español podrá verse esa pareja uniformada que vigila y castiga, apalea y encierra, pero que también defiende al viajero y socorre al personal, ganándose por ello el sobrenombre de benemérita. ¡Qué cosas! Las ciudades tampoco se libran: manifestacions y pequeñas insurrecciones son reprimides con violencia extrema, sin ningún pudor, asesinando a inocentes que nada tienen que ver (como ocurrió en la ‘Noche del Matadero’ o ‘Noche de San Daniel’ en Madrid, 1865) debido a una enésima protesta popular ante la actitud de Isabel II y su uso patrimonial del Estado, todo ello mezclado con la falta de libertad de cátedra, la censura y la represión. Es fàcil encontrar más información si os intersa.
Septiembre de 1868. Esto no para y por fin se acaba el reinado de Isabel II gracias a la enésima revolución en su contra. Son muchos los agravios que provocan la agitación. Sabemos que los Borbones son ponzoña; lo fueron y lo son. Si os interesan las particularidades de su reinado y la personalidad singular del personaje de la reina, hay mucha información accesible y curiosa. Os recomiendo indagar un poco. Era chusma de la buena y es nuestra vergüenza no habernos librado definitivamente de su família y herederos.
Volvamos a ‘La Gloriosa’, la revolución del 68. A partir de ahora todo va a cambiar. Durante el llamado ‘Sexenio Democrático’ ocurren tantas coses que merecen un disco entero. Yo hablaré de dos asuntos en dos canciones (las dos siguientes), dejandome fuera mil cosas. Me he tenido que decidir y así ha sido todo. Me he guiado por criterios de cercania, por eso he hablado de València y Alcoi. Pero antes de eso, recordemos que en tan pronto como en Octubre de 1868, un tipo llamado Giuseppe Fanelli, enviado por Bakunin, vino a España a difundir lo que vino a llamarse por sus primeros adeptos como ‘La idea’. Se trataba del anarquismo. Como dato curioso, hay que decir que Fanelli no sabia castellano, pero mediante gestos se hizo entender; también gracias a que en su público había alguno que chapurreaba el francés... En cualquier caso, jamás unos medios tan precarios lograron un exito tan desmesurado. No hubiese sido así si no hubiese habido un poso previo, una fàcil conexión entre esas idees y una idiosincràsia, casuística y necesidades comunes entre las características de la España de entonces y sus gentes, con la nueva idea difundida. Esa es mi opinión. Fanelli hablaba de una Alianza ‘secreta’ y de una Internacional... ¿Eran lo mismo? Dejemos estos detalles a vuestra averigüación, no podemos ni queremos explicarlo todo aquí. Lo que sucedió fue que pronto (en 1870) se creó la Federación Regional Española que se unió a la Asocioación Internacional de Trabajadores; en esta federación no solo había anarquistas, claro, pero su presencia en el movimiento obrero será imparable y ascendente. En cualquier caso, una idea apenas susurrada vendria a cambiar el panorama de la lucha obrera en España para siempre.